11/10/11

La némesis de Valanciunas

Dejan Musli busca en Fuenlabrada una oportunidad para exhibir las virtudes que lo convirtieron en dominador del baloncesto europeo en las categorías inferiores. Tras una temporada en blanco, dispone de un mes para ganarse un contrato más largo con los madrileños y convencer al Baskonia de que tendrá sitio en el futuro



Llegó con la aureola de estrella, señalado como el pívot que marcaría una época de dominio en el baloncesto continental, y se marcha, de manera temporal, con la sensación de haberse quedado por el camino tras un año en blanco. Dejan Musli, el gigante serbio, jugará cedido durante el próximo mes en el Fuenlabrada, un escaparate inmejorable en el que exhibir las virtudes que en su día lo convirtieron en el mejor interior joven del continente, por delante de proyectos de jugador que ya son realidades como el lituano Jonas Valanciunas o el turco Enes Kanter. En el club de la periferia madrileña, un escenario que otros muchos han aprovechado para reivindicarse, Musli debe cubrir la baja temporal de Gustavo Ayón y, sobre todo, tiene que aprovechar la ocasión para reclamar un hueco en la plantilla de un Caja Laboral que ha pagado con desilusión una apuesta que parecía ganadora. Dotado de un físico privilegiado, una coordinación envidiable y unas facultades al alcance de muy pocos, el poste serbio debe de una vez por todas abandonar ese cartel de jugador apático e indisciplinado que lo ha condenado al ostracismo en una plaza donde el querer cuenta mucho más que el poder.

El Fuenlabrada, que sin el concurso de Ayón presenta un tremendo agujero en la pintura, va a disponer de un jugador al que muchos contaban con ver ya integrado con ciertos galones en la dinámica del Caja Laboral. Sin embargo, no ha sido así. Ni mucho menos. Llegado en verano de 2010 procedente del FMP Zeleznik, donde había sacado pecho como el pívot más determinante del baloncesto europeo, apenas ha tenido ocasión de ofrecer nada a la afición vitoriana. Es más, su persistente incapacidad para colmar las expectativas de Dusko Ivanovic llegó a gangrenar una convivencia entre el jugador y el técnico que sólo una demostración pública de hambre, algo que puede ofrecer en el club fuenlabreño, me permite contemplar un futuro escenario en el que Musli luzca de azulgrana con el montenegrino a los mandos de la nave baskonista. En cualquier caso, nadie dijo que fuera fácil, ni barato, hacerse con minutos en el equipo vitoriano. Hay que agarrarse a la tradición y comprobar la trayectoria que han seguido otros ilustres canteranos del Baskonia antes de catar la gloria. Scola (Gijón), Nocioni (Manresa) o Calderón, que también se instaló en la localidad del sur de Madrid antes de triunfar en el Buesa Arena, marcan el camino que ahora deben seguir las perlas más brillantes de las categorías inferiores. Musli no representa el único caso en la actualidad. Devon Van Oostrum, un jugador que ha ofrecido buenas sensaciones en el Eurobasket como internacional absoluto con Gran Bretaña, también ha tenido que hacer las maletas y buscar más protagonismo en Tarragona. Para jugar en el Caja Laboral, y más con Ivanovic al frente, hacen falta muchas horas de cocción. Y a Musli, por lo visto, le quedan más de las que se creía cuando se le reclutó en un principio.

Duelos legendarios

Nacido hace veinte años en Belgrado (1 de marzo de 1991), Musli se convirtió en leyenda por las exhibiciones que ofreció tanto con su equipo como con la selección serbia en los torneos más prestigiosos del continente. Sus duelos con Jonas Valanciunas, en los que el báltico salió casi siempre escaldado, coparon la atención de scouters, aficionados y prensa especializada durante sus dos últimos años en edad juvenil. El futuro les tenía reservados dos caminos bien distintos hacia la élite. Valanciunas, una de las mejores noticias del pasado Campeonato de Europa, tiene ya asegurada una plaza en la NBA, donde seguramente triunfará. Musli, un año mayor, se ha quedado estancado tras una temporada en la que apenas disputó ocho partidos en la ACB (con una media de cinco minutos por cita) y un par, con presencias poco más que testimoniales, en la Euroliga. A pesar de que sus primeras apariciones en pretemporada con la elástica azulgrana sembraron de optimismo las gradas del Buesa Arena, sobre todo tras la gira americana en la que el Caja Laboral visitó a los Memphis Grizzlies y los San Antonio Spurs con dos aseadas apariciones del serbio, el paso de las semanas fue relegándolo a un segundo plano que a la larga se traduciría en una búsqueda desesperada de cesión.

Los informes de los técnicos sobre su actitud, su personalidad y sus ganas de crecer sembraron de incertidumbre el entorno baskonista. Más aún cuando, en febrero de 2011, se hizo oficial que el club de Zurbano lo mandaba cedido al Montegranaro italiano. Ya entonces resultaba evidente que el preparador montenegrino tenía algún problema con el jugador serbio, que ha formado una extraña pareja, constantemente bajo sospecha con su compatriota Nemanja Bjelica, su mejor amigo. En sala de prensa, antes o después de cualquier partido, estaba explícitamente vetado preguntar por Musli. Los periodistas lo sabíamos, aunque siempre hubo quien se arriesgó a hacerlo para encontrar, como es costumbre, una lacónica y agria respuesta por parte de Ivanovic, que debió de sentir cierto alivio -quiero creer que también esperanza- cuando el jugador se marchó a Italia. En cualquier caso, su aventura duró poco más de un mes. El interior serbio no llegó siquiera a debutar con el Montegranaro. Unas extrañas fiebres de las que poco más se especificó lo mantuvieron de baja y la cesión, en principio estipulada hasta el final de la campaña, se anuló para devolver al  jugador a Vitoria, donde ha permanecido hasta ahora.

Más protagonismo en Fuenlabrada

Pese a todo, el Fuenlabrada se hace con los servicios de un jugador que puede llegar a hacerse importante si cae en un lugar en el que las exigencias del guión le concedan cierto protagonismo. El Musli que cautivó a los aficionados al baloncesto formativo, un Musli que aún debe de estar escondido en el interior de su corpachón de 212 centímetros, está genéticamente capacitado para dominar bajo los tableros. Dejando a un lado su juventud, si Porfi Fisac le regala algo más de confianza de la que ha encontrado por parte de Ivanovic, puede convertirse en el pívot determinante que todo el mundo auguraba que sería y pelear por extender el contrato de un mes que por el momento ha firmado. Ese es, en un principio, el objetivo con el que ha hecho las maletas. Con Ayón fuera de combate para un mes, el equipo fuenlabreño queda bastante cojo en la pintura. El serbio, que puede debutar mañana frente al Manresa en el Fernando Martín, debe compartir minutos con Mainoldi y Sené (apenas aportan los canteranos Vega y Laso). Se le presenta una ocasión de oro para ofrecer algunas pinceladas de aquellas actuaciones épicas que lo situaron entre las más brillantes promesas del baloncesto continental, para recuperar el carácter de aquel gigante que amargó tantas veces a Valanciunas.

Musli se convirtió en la némesis del center del Lietuvos Rytas tanto en los enfrentamientos con sus selecciones como en los duelos con sus clubes. La final del Nike International Junior Tournament 2009, disputada de forma paralela a la Final Four en Berlín, lo encumbró para la eternidad. El FMP y el Lietuvos, por entonces las dos mejores canteas del continente, alcanzaron la final sin ceder una sola derrota en una competición que reunía en dos grupos a los mejores clubes europeos de formación. Y en el partido decisivo el jugador baskonista explotó. Se comió a Valanciunas en una primera parte para enmarcar, en la que ya había logrado el doble-doble, con 16 puntos, 10 rebotes y 3 tapones, y dejó el partido bien encarrilado (50-68). Bien secundado por otras tres joyas de la cantera del equipo de Belgrado como Filip Duran (23 puntos), Branislav Dekic (20 puntos y 6 rebotes) y Nenad Miljenovic (17 puntos y 10 asistencias), el nuevo jugador del Fuenlabrada destrozó bajo los aros al combinado báltico para sellar el triunfo en este prestigioso torneo (110-123). Musli, que cerró el choque con 31 puntos y 17 rebotes, se colgó una y otra vez del aro del Lietuvos ante la desesperación de un Valanciunas que perdió claramente la batalla individual (22 puntos y 16 rebotes) en un encuentro en el que los ataques brillaron muy por encima de las defensas. Os dejo un vídeo en el que se puede comprobar en cierta medida el poderío con el que se desenvolvió en aquella cita Musli (número 15 del FMP) en lo que puede considerarse como el partido más prestigioso del baloncesto europeo por clubes. El jugador baskonista, designado MVP del torneo, acabó además como el mejor anotador (21,8 puntos por cita) y el mejor reboteador (14,3 rebotes).


El duelo, no obstante, se repetiría apenas unos meses después. Valanciunas tendría la ocasión para cobrarse su revancha. Aunque el tiro volvió a salirle por la culata. La localidad francesa de Metz acogió en agosto de 2009 el Europeo sub'18 en el que Lituania y Serbia partían como grandes favoritas apoyadas en el poderío de FMP y Lietuvos. Al final, la selección balcánica se hizo con el oro tras imponerse en la final a Francia. Musli volvió a dejar en la estacada a Valanciunas, se confirmó como su némesis en un campeonato que, sin embargo, alumbró el nacimiento de una nueva estrella, un Enes Kanter que a la postre lograría el MVP, concedería medalla a Turquía, dejaría a Lituania con la miel en los labios y permitiría que, por primera vez (al menos yo no recuerdo otra ocasión), tres centers puros aparecieran en el quinteto ideal de un torneo. Musli demostró su excepcional capacidad para sacar partido a su descomunal poderío físico, exhibió unas tremendas dotes para el rebote en ambas canastas y, ante todo, mostró una excepcional inteligencia para liderar al oro a su equipo y leer el juego de ataque como muy pocos jugadores pueden con 18 años. El problema para él es que ya ha cumplido los 20 y sigue anclado en la lista de promesas. En Fuenlabrada, un equipo que necesita rehacer su juego interior por enésima vez en apenas meses tras la marcha de Batista y Biyombo, puede encontrar el escenario idóneo para recuperar su mejor versión. Aún está a tiempo.

1 comentario:

diraculis dijo...

Siempre he pensado que teníamos buen ojo con los jugadores jóvenes que traemos al equipo.
Creo que esta es una buena oportunidad para el para convencer a Dusko de que es ese 5 poderoso que nos gusta en este equipo, con caracter, pasión y disciplina.
Si no convence a Dusko, pues por lo menos que convenza a alguien y nos dejen dinerito en las arcas y suerte.
Pero esperemos que convenza a Dusko, sinceramente lo digo.