4/10/11

Las distancias se acortan (I)

El Barcelona se adjudicó por tercer año consecutivo la Supercopa y envía el mensaje de que será el gran favorito para ganarlo todo, aunque en Miribilla se detectaron algunas señales de que la que ahora empieza puede resultar una temporada más competida que las anteriores


Ya que el verdugo viste de blaugrana, me parece de ley tirar de una frase del filósofo del barcelonismo moderno para arrancar la reflexión en torno a los posos de resaca que aún masticó de la Supercopa disputada el pasado fin de semana en el Bilbao Arena. “Sólo se crece en la derrota, se mejora a partir del error”, dijo hace no mucho Pep Guardiola.  No le faltaba razón. El primer torneo oficial de la temporada ha arrojado la sensación, ya familiar, de que el Barça sigue siendo el rival a batir, el gran favorito a levantar todos los títulos durante el curso que da estos días sus primeros pasos. Eso no ha cambiado. Pero también ofreció ciertas pinceladas que invitan a creer que sus adversarios, sobre todo el Baskonia y el Real Madrid, han extraído lecciones del contumaz régimen dictatorial que el conjunto blaugrana ha impuesto en los dos últimos años, más allá de la final de la ACB que el Caja Laboral le hurtó en junio de 2010 o del error que le condenó a quedar fuera de su Final Four en la última edición de la Euroliga. Como asegura Guardiola, la derrota ofrece enseñanzas que, con la lectura adecuada, muestran el camino para evitar futuros fracasos. Y aunque como digo el Barça continúa apareciendo como el favorito intratable y ha colocado en sus vitrinas el primer trofeo del curso, creo que la distancia con sus dos principales enemigos se ha visto recortada a lo largo de este verano.

Es demasiado temprano como para ofrecer verdades irrefutables o conclusiones definitivas. La Supercopa dejó sensaciones. Sólo eso. Sensaciones. Unas más intensas que otras. La principal, desde un punto de vista estrictamente personal, vaticina una temporada mucho más disputada que la anterior. El Barça sigue siendo un equipazo, es cierto, y en principio los retoques que ha sufrido la plantilla de Xavi Pascual tienden a perfeccionar una maquinaria casi infalible. Ha incorporado a sus filas al mejor base de la pasada ACB, Marcelinho Huertas, para suplir a un Ricky Rubio a la baja, ha reclutado a un alero excepcional como Chuck Eidson, que tendrá que pegarse por los minutos con el insaciable Pete Mickeal, cubre la marcha de Terence Morris con un CJ Wallace que aún debe crecer y ha recuperado a Rabaseda, una de las perlas de su cantera. En lo esencial ha cambiado lo justo. Sigue siendo un equipazo. Y aun así, con todas las reservas que obliga a mantener el hecho de que nos encontramos aún en los albores de la temporada, me asalta la impresión de que la distancia –sideral e imposible de mantener por otra parte– que lo separaba del resto de aristócratas del baloncesto ACB se ha recortado. Y esto tiene que ver, sobre todo, con los movimientos del resto, porque Chichi Creus ha hecho gala una vez más de su quirúrjico tino a la hora de fichar.

El Madrid ha vagado sin rumbo estos últimos años. Florentino Pérez quiso aplicar a la sección de baloncesto una fórmula similar a la que con tanto afán ha impuesto en el equipo de fútbol. Pero la contratación del laureado y ambicioso Ettore Messina resultó un fracaso. Buscó un Mourinho en la figura del preparador italiano y el tiro le salió por la culata. Si The Special One fue al menos capaz de obtener una Copa del Rey en su primer año como preparador merengue, Messina abandonó el club por la puerta de atrás, desesperado ante la cruda realidad. Ahora los rectores de la sección de baloncesto del equipo blanco han dado un giro de 180 grados. Se la han jugado. Han realizado una apuesta muy arriesgada al conceder los mandos al vitoriano Pablo Laso. Hablamos de un técnico inexperto y que va a tener que deshumanizarse hasta cierto punto para aguantar la brutal presión que supone sentarse en ese banquillo.

Dignidad en la derrota

Pese a todo, el resultado del primer duelo entre los equipos futboleros no ha supuesto una humillación para un Madrid que había salido escaldado en sus enfrentamientos recientes ante el combinado de Xavi Pascual. Aunque en un modo diferente al Baskonia, el Madrid se ha reinventado para buscar el éxito por otras vías. Es un equipo mucho más dinámico, con menos kilos y más talento. Y en sus virtudes arrastra todos sus defectos. La velocidad a la que transita por la cancha implica un baloncesto caótico que en los momentos calientes puede resultar pernicioso. Tiene Laso en sus manos un equipo joven, con dos bases poco disciplinados, más talentosos que tácticos, y de su capacidad para encauzar ese desparpajo pueden depender en gran medida las opciones de éxito de los blancos. La impresión que me dejó también la semifinal entre madrileños y catalanes es que los capitalinos van a echar en falta un pívot rocoso, intimidador, un jugador que ejerza las funciones que, por ejemplo, asumía el pasado año D'Or Fischer. El antiguo técnico del Lagun Aro cuenta con una batería de hombres altos espectacular. Velickovic, Tomic y Mirotic ofrecen múltiples alternativas y garantizan una elevada producción ofensiva. Pero los tres pueden sufrir cuando lleguen los duelos ante el Barça u otros equipos de la nobleza de la Euroliga. Felipe, por otra parte, ya da para lo que da. Y Begic, creo que no me equivoco, lleva camino de convertirse en un caso similar al de Van den Spiegel. Más allá de retratar el pasado año la ternura defensiva de Stanko Barac en los duelos de Euroliga, mucho tiene que crecer para ser el sostén en la pintura del conjunto blanco.

En el perímetro, huelga decirlo, el Madrid ha ganado mucho con la llegada de Carroll y Pocius. Sobre Rudy no quiero hablar demasiado. Más allá de lo que suceda el próximo verano, de si vuelve o no al Palacio de los Deportes, ahora mismo es un reclamo publicitario para Florentino, un problema muy engorroso para Laso y un obstáculo tremendo para la adquisición de galones por parte de los dos escoltas recién llegados. No voy a poner en tela de juicio la calidad del jugador balear ni la incidencia que podría llegar a tener su presencia en el juego del Madrid (que probablemente será menor de lo que se publicita). Pero la realidad es bien clara. Salvo que en las próximas horas se confirme la ruptura total de negociaciones y nos aproximemos a la suspensión total de la temporada de la NBA, Rudy va a lucir de blanco en el tramo más insustancial de la temporada. ¡Ojo!, lo mismo que Kevin Seraphin en el Baskonia. Laso no va a poder contar con él cuando se decidan los títulos, así que no le vino tan mal carecer de su presencia en la Supercopa de Bilbao. Si Florentino no extiende la chequera para cubrir su marcha a comienzos del próximo año, los que se ducharon en el vestuario del Madrid en Miribilla serán, así de claro, los que se jugarán los cuartos en la Copa del Rey.

Sólo una cosa más sobre el Madrid, al que ya digo que veo en mejor dirección que en años anteriores: si Carlos Suárez no da un paso al frente, todo el proyecto se derrumbará como un castillo de naipes. Y no me refiero a firmar valoraciones de más de veinte puntos contra los equipos que se juegan la permanencia, sino todo lo contrario. Barcelona y Caja Laboral tienen muy bien cubierto el puesto de tres, auténtica pesadilla del equipo blanco desde que irrumpió en la ACB Pete Mickeal.

Músculo y carácter azulgrana

El Baskonia también ha crecido. O más bien ha menguado para crecer. La enésima reconstrucción de la plantilla por parte de la directiva de Josean Querejeta ha dado como resultado un equipo tremendamente versátil, intenso y atractivo. A mi modo de ver, radicalmente opuesto a lo que había hace un año. Tengo preparado otro post para analizar exclusivamente al equipo vitoriano y los pasos adelante que ha dado para aproximarse al gran favorito. La sensación que arrojó, pese al desfallecimiento final, es que tiene espíritu para competir ante cualquier rival. Rebosa ese carácter que tanto se ha celebrado en Vitoria y que al mismo tiempo se echó dolorosamente en falta el pasado ejercicio. El bajón de juego registrado en los últimos minutos de la final, y si recordamos también de la semifinal, debe atribuirse más a las fechas que a cualquier otro factor. Con el grueso de los jugadores aterrizados en la capital alavesa apenas una semana antes del primer torneo oficial y los dos norteamericanos debutando en Miribilla, el rendimiento ofrecido por el equipo de Dusko Ivanovic, nunca mejor dicho, debe recibir una nota alta.

El montenegrino se encuentra más que satisfecho con la materia prima que le han concedido los rectores baskonistas. Hay mimbres para crear un equipo a su imagen y semejanza. Y ese estado de ánimo se palpa en las comparecencias ante los medios del técnico, siempre lacónico pero ahora de nuevo en la línea que se le conoció en sus épocas doradas al frente de la nave azulgrana. Ya digo que me extenderé mucho más en el siguiente post, pero básicamente da la impresión de que la apuesta por un equipo mucho más físico, que sin despreciar el talento ofrece un enorme margen de maniobra a Ivanovic, ha supuesto una plataforma de lanzamiento para la configuración de un plantel que puede aspirar a catar de nuevo títulos. El año pasado ni lo pareció en inicio ni, como se comprobó después, pudo hacerlo a la postre.

Aun así, Ivanovic también tiene mucho en lo que trabajar. Al igual que sucede con el Madrid, el Baskonia haría mal en fiar en exceso su juego al talento de un Kevin Seraphin que en apenas dos semanas ha dejado claro que lleva camino de convertirse en un jugador con un futuro realmente prometedor en la NBA. Como Rudy, está pero no estará. Así que el técnico balcánico va a tener que hilar fino y dosificar su protagonismo, en favor del resto de interiores y sobre todo de la adaptación de un Joey Dorsey al que en Bilbao se vio poco y bastante perdido todavía. Más allá de esto, sorprende esa reconversión de Nemanja Bjelica al puesto de cuatro, que en la práctica ha permitido que Mirza Teletovic se serene con ciertas dosis de banquillo que en el pasado mereció y no tuvo, y el paso adelante que han dado tanto Brad Oleson como Pau Ribas, dos jugadores a examen, ambos con un pie fuera del Buesa Arena durante el verano y que pelea ahora por ganarse minutos en una demarcación, la de escolta, superpoblada y pendiente del rendimiento del jugador llamado a marcar las diferencias.

De Reggie Williams poco se puede decir por el momento. Apenas había tenido tiempo de adaptarse y los escasos entrenamientos que realizó antes de la Supercopa no le permitieron familiarizarse como es debido con las reglas que rigen en este nuevo Baskonia. En el puesto de base, Dusko parece decidido a dosificar a Prigioni, y es una buena noticia, sobre todo porque va a obligar desde el arranque del curso a asumir mayor peso en el juego a un Heurtel que, pese a lo que he oído y leído, me gustó lo justo este pasado fin de semana. Su talento es innegable, pero aún le queda mucho que aprender, sobre todo en lo que tiene que ver con mover al equipo y mostrar los galones que exige el puesto de base. Pero todo esto y muchos otros detalles de la resaca del fin de semana los analizaremos más detenidamente mañana.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues hoy no acabo de estar de acuerdo contigo, pienso k la distancia es como minimo la misma y la prueba es k un barça a medio gas dormido en la primera semifinal con 5 min d ponerse las pilas desarbolo al rival de la final todo i algo menos dormido mo se vio el potencial blaugrana hasta los ultimos 5 o 6 min y defendiendo correcto sin tirar cohetes tampoco desarbolo a un baskonia
voluntarioso la excusa d pocos entrenos tampoco la
acepto ya k medio barça tb estaba en el europeo o en las americas adi k creo k todos estaban a un nivel dimilar de preparacion kizas el k mas el madrid pero vaya todos por un estilo. No me dio la sensacion de menos distancia si no d mas relajacion del barça pero bueno falta mucho y las temporadas son muy largas pero no creo k laso acabe la temporada dos derrotas y lo yiraran a los caballos y se equivocaran y ddusko bueno ya sabes mi opinion

Joseba. dijo...

Yo no veo un barsa muy superior al del año pasado...

En los bases, tienen un equipo magnífico. Con Marcelinho mantienen la magia de Ricky, pero tienen un jugador más ofensivo y determinante. ¿La pega? tras muchos años con tres bases, este año sólo están dos... Una torcedura de tobillo de cualquiera de los dos, y navarro o Rabaseda a subir el balón.

El puesto de escolta... Navarro. es tan grande que no tiene otro igual en Europa... NINGUNO. Para mi el escolta más determinante de la euroliga. rabaseda puede ayudarle, pero el oficio y la seriedad de los basile y lakovic, motores diesel que siempre funcionaban, lo pierden frente a la magia y la inmadurez de rabaseda... ¿navarrodependencia?

El superpoblado puesto de tres es de otra galaxia. Ahí nada que decir...

Por dentro, habrá que ver lo que "el congoleño" puede aportar, ya que es el único cuatro con el que cuenta la plantilla. Oberbooking de cincos, con Perovic, Ndong, Lorbek y vazquez. Es evidente que son muy contundentes dentro, pero la magia queda reservada a Lorbek.

No nos vamosa engañar, una pedazo de plantilla, pero no se si la veo más superior que la de otros años.

En cambio, es previsible que baskonia y real madrid den este año un paso al frente, ya que el año pasado, ninguno de los dos compitió... Si sus rivales crecen, podrá el barsa aguantar el ritmo? veremos...

Joseba. dijo...

Por cierto... veo que respecto a Rudy (y kirilenco, y Deron Williams, etc, etc...) pensamos exactamente lo mismo.

lo mejor que le puede pasar a Pablo Laso es que su lesión sea relativamente grave, pare un mes o dos y tengan que fichar otro cuanto antes...

diraculis dijo...

Veamos, como casi siempre estoy de acuerdo contigo en las cosas que dices.
En el tema del Barcelona decir aquello de que si es cierto que la ha ganado jugando a medio gas, pero creo que ha dado señales de que esta temporada no va an sobrado como otras veces, aunque siga tendiendo al jugador mas desequilibrante en Europa, Navarro claro.
En el tema del Madrid si es cierto que ha dado un paso adelante. Con el ta de Laso es cierto que para mi han acertado, pero también creo que no le van a dar la mas mínima oportunidad y a la mínima se lo cargaran.
Pero creo que el mayor problema del Madrid es que Le falta un base, Llull no lo es y no me van a convencer de
ello
De nuestro Baskonia decir que me ha gustado la actitud del equipo, creo que otra vez tememos equipo, noto sensación de CARACTER, marca de identidad de la casa.
De los fichajes poco se puede decir apenas nos ha dado tiempo a verlos, pero tengo la sensación de que "el sargento de hierro" esta contento, si conoce el significado de esa palabra, con la plantilla que tiene y que eso da mucho margen de mejora a la plantilla,