La continuidad de Ivanovic abre interrogantes en un Baskonia que debe rehacer el equipo para que vuelva a encajar con la filosofía de su técnico
Josean Querejeta ha hecho oficial lo que hace ya algunos días se había convertido en un secreto a voces: Dusko Ivanovic continuará al frente de la plantilla del Caja Laboral durante las dos próximas temporadas. No será una, ni una con opción a una segunda. El presidente de Saski Baskonia confirmó lo que para algunos -no pocos- se antoja como la prolongación de un ciclo acabado y para otros -también son legión- la apuesta evidente de la directiva por la continuidad del mejor entrenador de la historia del club vitoriano, el tipo que con sus virtudes y defectos lo consolidó entre los grandes del baloncesto europeo. Lo que me queda claro tras las muchas conversaciones que he tenido a lo largo de los últimos días, mientras se deshojaba la margarita del entrenador, es que en Vitoria el preparador montenegrino ya no deja indiferente a nadie. Ocho temporadas, la última saldada con un decepcionante regusto para el aficionado del Buesa Arena, suponen un bagaje suficiente como para que cada cual tenga una opinión bien formada de lo que supone la continuidad del técnico. Y en esto como en botica, hay de todo.
La puesta en escena de Querejeta para conceder rango de oficialidad a la renovación del entrenador me invitó a ciertas reflexiones. El máximo mandatario del Baskonia despojó de toda solemnidad a una noticia que, no obstante, entraña la definición del camino que seguirá el equipo azulgrana a medio plazo. Apareció en la sala de prensa como todos los años para ofrecer su balance de final de temporada, se sentó y lo dejó caer: "Como todos sabéis, Dusko Ivanovic seguirá dos años más con nosotros". Sintomático. Luego, mientras respondió a las cuestiones de los compañeros de la prensa, cerró filas, trató de reforzar la figura del técnico de Bijelo Polje y se empeñó en negar que se hubiesen abierto vías para sondear el fichaje de otros entrenadores. Es más, llegó a afirmar que cualquier información aparecida en los medios sobre las conversaciones que ha mantenido con otros técnicos (Messina, Pianigiani, Pesic...) carecían de fundamento, llegó a tildarlas de "mentiras". Querejeta se pasó ahí de frenada. Sigo manteniendo, y no soy el único periodista de Vitoria en calidad de confirmarlo, que el Baskonia ha tanteado otras alternativas. Pero entiendo la postura que adoptó ayer el presidente del Caja Laboral. Necesitaba dar consistencia a su apuesta.
Ya dije en un post anterior (Las dudas de Ivanovic) que todo este tiempo que ha transcurrido desde que se confirmó la prematura y contundente eliminación del cuadro gasteiztarra en la ACB jugaba en contra de la credibilidad que tendría la opción de prolongar el contrato del balcánico. Otras veces ha resultado bien sencillo. Es más, no recuerdo una sola ocasión en la que Ivanovic haya tenido que aguardar hasta el final del curso para prolongar su vinculación con el equipo vitoriano. Para comienzos de año, en torno a la celebración de la Copa del Rey, estaba ya todo atado y bien atado. Me da la impresión de que en esta ocasión ha habido dudas. Si el verano pasado estuvo marcado por la escandalosa carencia de cincos en el mercado, este final de temporada ha estado presidido por el baile de entrenadores. Y con un gigante como el Madrid meneando todas las ramas, el resto de equipos podían verse condenados a recoger los frutos que cayeran al suelo. Una vez descartada las opciones de Messina, un entrenador que gusta mucho en el Buesa Arena pero que ha fijado sus miras mucho más alto (actuará como asistente de Mike Brown en los Lakers) y Pianigiani, la alternativa de renovar a Ivanovic fue tomando cuerpo conforme transcurrían los días. Pero no ha sido la única que se ha manejado.
Parece lógico que Querejeta trabaje ahora para fortalecer la posición de su hombre de confianza, sobre todo tras los debates que ha generado su gestión de la plantilla durante la presente campaña y las sensaciones arrojadas por el equipo durante algunas fases de la temporada. Por primera vez en los ocho últimos años, y se dice pronto, el Caja Laboral ha despedido un año sin disputar una sola final. Pese a todo, y esto también lo he reiterado varias veces antes, las dudas que generó el plantel gasteiztarra giraban más en torno a las sensaciones que a la distancia a la que quedaron los títulos. Y es ahí donde convendría analizar la conveniencia o no de la decisión que han terminado por adoptar los rectores baskonistas.
Si algo queda claro tras la habitual comparecencia de Querejeta es que las oficinas del Buesa Arena (ahora en su exilio de Salburua) van a tener un ingente volumen de trabajo durante las próximas semanas. Que se quede Ivanovic implica que se marchen otros. Van a producirse muchos cambios. Y confío en que esos movimientos vayan enfocados hacia el objetivo de lograr que el equipo vuelva a adquirir los preceptos que profiere su técnico. Un sargento de hierro como Ivanovic requiere de un plantel con una fortaleza anímica muy superior a la exhibida este año. Y parece claro que varias de las piezas chirrían en este aspecto. El propio Querejeta reconoció en su comparecencia que se cometieron errores en la confección de la plantilla desde el punto de vista emocional. Nada que 62 partidos oficiales no hayan permitido comprobar.
Esta misma semana completaré este análisis en clave de futuro con una reflexión acerca de lo que puede deparar el futuro inmediato a los miembros del vestuario baskonista. Ya dije que saldrán varios de los que no cuentan, tengan o no contrato, y también alguno de los que cuenta, porque hace falta dinero y todos estarán sujetos a la llegada de una suculenta oferta. Querejeta aseveró ayer que Teletovioc y Huertas, por los que ha preguntado el CSKA, seguirán en Vitoria cuando se reanuden los entrenamientos en septiembre. Supongo que es un deseo, una declaración de intenciones, pero ya veremos. Todo dependerá de lo que suceda con Stanko Barac. El plan es claro: obtener rendimiento de su salida con destino a Indiana. Pero el lockout puede alterar las previsiones.
Alguna despedida inesperada
Ya digo que entraré más de lleno en el asunto de las posibles salidas. A nadie sorprenderá la marcha de Palacio, al que se agradecerán los escasos servicios prestados en esta segunda etapa, ni Dragicevic, quien quizá merecería haber recibido una oportunidad, ya que su perfil encaja justo con el de una figura que se ha echado mucho en falta. A partir de ahí, el siguiente en salir será un Logan que ha decepcionado tanto por rendimiento como por falta de implicación y habrá que ver qué sucede con Brad Oleson y Dejan Musli. Lo que de verdad me inquieta es qué pasará con Bjelica. Está claro que el joven alero serbio ha rayado a un nivel cuestionable, pero me da la impresión de que Querejeta lo ha colocado a los pies de los caballos al criticar ante la prensa su escasa aportación al colectivo. ¿Habrá una dosis adicional de paciencia para él?
En cualquier caso, ya digo que habrá tiempo para hablar de nombres. Lo que queda claro es que Ivanovic, el sargento de hierro que tantas veces ha conducido a la victoria a la tropa alavesa, seguirá dos años más al frente de la nave baskonista. La labor de la directiva deberá centrarse ahora en conseguir que la plantilla se muestre a imagen y semejanza de su comandante, algo que este año no ha sucedido. Sólo si se trabaja en esa dirección, Querejeta podrá sostener esta decisión. De lo contrario, si la plantilla vuelve a resultar tan distante de los métodos de su entrenador, el cuadro vitoriano volverá a jugar a algo que su técnico no sabe. Y volveremos a vivir (o padecer) otra temporada tan desconcertante como la pasada.
2 comentarios:
buen análisis man.coincido en que este año (incluso el anterior pese al título) se fichó a gente a la que le ha costado plegarse a los métodos y filosofía de dusko y el baskonia.dusko ha demostrado su solvencia...con las cartas adecuadas.aunque reconozco que yo veía bien un cambio de aires, querejeta a optado por continuar con un tío fiable al frente ante que arriesgar ahora que el baskonia va a sufrir tantos cambios (exilio a la plaza de toros, previsible entrada en el alavés,campaña de abonos por los 15.000...)
Soy anti-dusko profundo, pero aun asi reconozco que visto el mercado de entrenadores no quedaba otra opcion. No hay nada mas, siempre y cuando no queramos pagar clausula claro... cosa imposible ahora mismo en el Baskonia. Pero aun asi os hago una apuesta: A que Dusko no acaba los dos años de contrato??? No creo que sea capaz, hay remodelar mucho la plantilla y el,este año ha demostrado errores y falta de ese caracter que tanto le caracterizaba.
Fdo, Mister
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